Principales dudas que frenan la compra de coches electricos
Un estudio revela que el verdadero freno al coche eléctrico en España es la falta de información del consumidor
Un reciente estudio sobre movilidad sostenible ha puesto sobre la mesa una realidad que hasta ahora pasaba desapercibida: los españoles no descartan el coche eléctrico por falta de modelos, por precio o por desconfianza en la tecnología, sino por desconocimiento. La investigación muestra que, aunque la oferta de vehículos electrificados ha crecido de forma notable en los últimos años, la mayoría de los conductores todavía no tiene claras cuestiones esenciales para valorar si este tipo de vehículo encaja en su vida cotidiana.
Dudas básicas que todavía no están resueltas
Entre los aspectos que más confusión generan se encuentran el coste real de cargar un coche eléctrico, el mantenimiento que necesita, la durabilidad de las baterías y la disponibilidad de puntos de carga tanto en carretera como en zonas urbanas.
Muchos conductores reconocen que nunca han calculado cuánto gastarían al mes recargando en casa, no saben si su vivienda permite la instalación de un cargador y, en general, desconocen cómo sería el proceso en el día a día.
A esto se suma la percepción —muy extendida— de que los cargadores públicos siguen siendo escasos o difíciles de localizar, lo que provoca inseguridad a la hora de plantearse viajes largos o desplazamientos fuera de la ciudad.
Una brecha informativa que afecta a todas las edades
El estudio refleja que el desconocimiento se da en todos los grupos de edad, aunque por motivos distintos.
Los conductores jóvenes están más familiarizados con la idea del coche eléctrico, pero siguen mostrando dudas sobre la autonomía real y el tiempo que tardan las recargas, especialmente si dependen de cargadores públicos.
Los conductores de más edad, en cambio, se preocupan más por la fiabilidad a largo plazo del vehículo, el mantenimiento específico de los modelos eléctricos y la existencia de talleres que puedan repararlos sin dificultad.
La percepción se ha convertido en el principal obstáculo
Según los autores del informe, la tecnología eléctrica ya no es experimental ni limitada; está preparada para un uso cotidiano y existen propuestas para todos los bolsillos y tipos de usuario. Sin embargo, la percepción del consumidor sigue desfasada respecto a la realidad del mercado.
Muchos potenciales compradores descartan el eléctrico antes incluso de informarse, simplemente por no tener una referencia clara de costes, funcionamiento o prestaciones. Es una barrera psicológica más que técnica.
Fabricantes y administraciones, ante un reto comunicativo
El estudio subraya que, si España quiere acelerar la transición hacia una movilidad más limpia, la comunicación y la formación serán tan decisivas como las ayudas económicas o el desarrollo de nuevas infraestructuras.
Los fabricantes han comenzado a impulsar campañas explicativas enfocadas en desmontar mitos, aclarar conceptos y mostrar casos reales de uso. Sin embargo, los expertos señalan que las administraciones públicas también deberían implicarse más, ofreciendo información sencilla, accesible y unificada sobre cómo funciona la movilidad eléctrica en el país.
Conclusión: la clave está en informar para que el cambio sea posible
La investigación concluye que el coche eléctrico no avanza al ritmo esperado no por falta de interés, sino por falta de claridad.
Con más información, más transparencia sobre costes y una mayor pedagogía tecnológica, muchos conductores podrían replantearse su decisión. Y con ello, España podría dar un salto significativo hacia una movilidad más sostenible.
Lo más importante es pensar cómo lo vas a cargar.
Si puedes instalar un cargador en casa, la experiencia es comodísima: cargas por la noche, barato y con la batería llena cada día.
Si no puedes cargar en casa, tendrás que comprobar si tienes cargadores cerca, si funcionan bien y si son rápidos. No es imposible, pero requiere algo más de planificación.
También debes saber que cada coche carga a una velocidad distinta, aunque uses el mismo punto de carga. No todos admiten la misma potencia.
En resumen: si tienes resuelta la carga, el eléctrico encaja sin problemas; si no, es importante revisar antes cómo será tu rutina de recarga.






